DIRECCIÓN: Montúfar
N2-50 y Pereira
TELÉFONO: (593 2)
295 9325
HORARIO:
Lunes a viernes
08h00 a 12h00 y 13h00 a 16h00
Sábado 09h00 a
13h00
PRECIOS: entrada
libre
El Taller de la
Escuela Quiteña es una propuesta de educación y trabajo para que jóvenes de
escasos recursos aprendan un oficio artesanal y contribuyan con la recuperación
de la tradición artística y del patrimonio natural y edificado de la ciudad de
Quito, es decir: “Ayuda social y rescate de patrimonio”.
Se encuentra ubicado
en la antigua Maternidad de Quito, equipada como laboratorio de prácticas de
restauración arquitectónica y de enseñanza de oficios tradicionales en vía de
desaparición. En el recorrido se aprecian los 10 talleres de oficios;
cuenta con laboratorios de electricidad y de instalaciones sanitarias, salas de
exposición, el museo de los viejos maestros y la tienda de artesanías.
En
1978, la ciudad de San Francisco de Quito fue declarada Patrimonio Cultural de
la Humanidad por la UNESCO. Este hecho
hizo resonar la conciencia sobre el patrimonio histórico artístico de muchos de
los ecuatorianos. Tanto es así que hoy en día el centro histórico de esa ciudad
es uno de los mejor conservados de Latinoamérica. En 1991 se suscribió un
convenio internacional entre Ecuador y España mediante el cual la Agencia
Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Instituto
Nacional de Empleo de España (INEM) trasladarían el programa de las Escuelas
Taller al Ecuador, llegando a crear tres centros en Cuenca, San Andrés y en
Quito.
La
más grande de todas las Escuelas Taller y también la de más prestigio corresponden
a la de la propia capital ecuatoriana, uno de los proyectos “estrella” de AECID
en colaboración con el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito. Con una
capacidad para más de cien alumnos lleva ya 1.183 artesanos graduados a sus
espaldas, formando a jóvenes de entre 16 y 22 años que no han podido acceder a
la educación formal.
Las
distintas especialidades que enseña la escuela son carpintería, ebanistería,
tallado, jardinería artística, mecánica, metalurgia, electricidad, albañilería,
picapedrería, lutería (instrumentos musicales), gasfitería, bordado y corte y
confección. Los alumnos admitidos están becados en alimentación y movilidad
durante los tres años que duran las clases y, tras su graduación, se les hace
entrega de un fondo para herramientas y material con el que poder empezar a
desarrollar su actividad laboral.
La
filosofía de enseñanza va más allá de la adquisición de conocimientos funcionales
para el trabajo, sino que aspira a “moldear una conciencia patrimonial
colectiva a través de sus docentes, de sus alumnos y de su personal técnico y
administrativo, en base a la premisa de que sólo se ama y se cuida lo que se
conoce”
La
Escuela Taller se encuentra hoy en la antigua maternidad de Quito, un edificio
histórico cuya restauración corre a cargo de los propios alumnos, desde las
partes más estructurales hasta los acabados externos, tratando de mantener
siempre los materiales originales.
Además
de las aulas, el viejo edificio es también un museo en dónde se pueden apreciar
los trabajos finales de grado de los alumnos más brillantes, desde
impresionantes retablos barrocos hasta piezas esculpidas en piedra y madera e
instrumentos de música. El museo incluye también un homenaje a los Viejos
Maestros, precursores de la Escuela y reconocidos artistas de la ciudad Quiteña
a los que se les conoce como “Los últimos Caspicaras” en clara alusión a la
herencia y obra de Manuel Chili, conocido como “Caspicara” uno de los artistas
de más renombre de la Escuela Quiteña durante la época colonial en el S.XVII.
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