DIRECCIÓN: 70 km. al
noroeste de Quito, dentro de la Parroquia de Nanegal, provincia de Pichincha
TELÉFONO: (593 2) 285 0635
HORARIO: miércoles a domingo 09h00 a 17h00
PRECIO:
Adultos 3,00 USD
Niños y adultos mayores 1,00 USD
En este espacio del
callejón interandino se ubicaron los antiguos pobladores de Tulipe, palabra
originaria del idioma quitu-cara que significa «agua que baja de las tolas».
Tulipe, según los estudios realizados, corresponde al periodo de integración y
su principal desarrollo data del 800 al 1660 d.C., época en la que se
constituyó como un importante centro religioso en el que se celebraban las
ceremonias más representativas del pueblo yumbo. Pero hay que tener especial
cuidado con esta cronología ya que de acuerdo al análisis arqueológico de
Tulipe también se encuentran evidencias de dos épocas más: el Formativo, y el
período de conquista Inca.
Los asentamientos o aldeas de esta cultura se
extendieron en Nanegal, Pacto, Gualea, Mindo, Cachillacta, Bolaniguas,
Cocaniguas, Nono, y se considera que sus límites llegaban a las costas del
Ecuador y se extendían hasta las estribaciones occidentales de la cordillera.
Los yumbos tenían una
organización social sumamente parecida a los señoríos étnicos de la Sierra del
Ecuador, caracterizados por la presencia de clases marcadas y por la división
del trabajo.
El actual sitio
arqueológico está conformado por siete estructuras hundidas en el suelo y dos
recintos conocidos con el nombre del “baño del Inca”, además de escalonados de
piedra, petroglifos en los ríos aledaños y caminos comunicantes.
Los espacios hundidos
semejan piscinas que fueron usadas como espejo de agua. En total son siete
estructuras cavadas en la tierra, recubiertas con mampostería de piedra con
formas rectangulares y semicirculares, que se encuentran ubicadas de tal manera
que forman una cruz horizontal.
Hay además una
estructura poligonal de veinte lados, a la que llegaba el agua desde otro
depósito de forma cuadrada. La séptima piscina está alejada de las demás y se
llega a ella por un sendero natural de 1 Km. Las piscinas constan de gradas de
acceso, canales y acometidas de agua.
Los hundimientos
artificiales mencionados eran un centro ceremonial, en el que el agua
constituía un elemento ritual, un elemento sagrado por ser fuente de vida. El
agua también era usada en los actores religiosos más importantes como los de
iniciación, purificación y fertilidad.
Todos estos datos
apuntan a que los yumbos tenían una organización bien definida de los espacios,
unos fueron destinados para la vivienda, otros para la agricultura y los
hundimientos encontrados para prácticas religiosas. También se han hallado
restos de cerámica y unas dos mil tolas o pirámides truncadas de hasta 20
metros de altura formadas con acumulación de tierra. Algunas de ellas constan
de rampas y escalones. Estas tolas yumbas servían para determinar el control
del territorio y la jerarquía social de quien las ocupaba. También se ha
encontrado evidencia de que hay variantes de unas a otras, algunas tiene
plataformas cuadradas, otras rectangulares y unas pocas ovoidales. También se
dice que fueron construidas como sitios de observación astronómica, de
prácticas religiosas y en muy pocos casos cumplían una función funeraria.
Por las características
de los descubrimientos realizados, los arqueólogos han podido inferir que los
yumbos fueron un pueblo milenario, que desarrolló tecnología para controlar su
medio ambiente y que además ya realizaba intercambios comerciales con otras
regiones.
Estas afirmaciones se
sustentan en los senderos descubiertos que evidencian que los yumbos
construyeron una gran red de caminos hacia la Costa, senderos que aún se pueden
observar y que en su época fueron las vías de comercio entre la Sierra y la
Costa del actual Ecuador. Estos senderos o culuncos fueron cavados en la tierra
para darles cierta profundidad. Entre los culuncos encontrados en la zona están
los que comunican a los espacios habitacionales, zonas de cultivos y centros
ceremoniales de la población yumbo.
Otro atractivo
arqueológico son los petroglifos (gráficos grabados en piedra) encontrados en
la quebrada de Chiriape y otras que circundan Tulipe. No se ha encontrado un
vínculo entre los petroglifos y los otros restos arqueológicos aunque si se los
considera de manera generalizada como símbolos típicos de las culturas
americanas, que generalmente tenían un significado cosmológico.
A través de este
espacio arqueológico conocido como el Valle Sagrado de Tulipe, es posible
aproximarse a los vestigios de este pueblo extraordinario. En los lechos de los
ríos aledaños también puede observar los petroglifos antes mencionados los
cuales muestran complejas figuras, algunas de las cuales se observan también en
las piscinas. El Centro de Interpretación del Pueblo Yumbo fue inaugurado en
2007 y ofrece, además, un espacio de montaje multimediático sobre el pueblo
yumbo que incluye una réplica de uno de los petroglifos, una maqueta que
muestra los dominios de los yumbos y otros recursos audiovisuales. Durante la
visita, es posible caminar junto a las piscinas y recorrer una estructura
circular aledaña que tuvo funciones ceremoniales específicas.
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