DIRECCIÓN:
Sector: El Tejar,
frente al Convento de La Merced, Calles Cuenca y Mejía.
TELÉFONO:
(593 2) 228 2297
HORARIO:
martes a sábado 09h30 a 17h00
PRECIOS:
Extranjeros
$ 2
Nacionales
$ 1
Estudiantes
nacionales $ 0,50
Personas
con capacidades especiales y tercera edad $ 0,50
Estudiantes
extranjeros con tarjeta internacional $ 1, menores de 12 años entrada libre
El Museo de Arte
Colonial fue creado como colección permanente en 1914 por el entonces Ministro
de Educación Manuel María Sánchez, ubicándose en la casa que mantenía la
Escuela de Bellas Artes en el parque de La Alameda. Posteriormente el Museo fue
trasladado al foyer del Teatro Sucre en donde funcionó hasta 1938,
movilizándose posteriormente a la quinta presidencial. En 1943, por Decreto
Ejecutivo del Gobierno Nacional se adquiere la casa del Dr. Ángel Sáenz en
donde comienza a funcionar el Museo con la categoría de Nacional. En 1948,
luego de la creación de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, se
adscribe el Museo a la Institución.
Al empezar su vida como parte
de esta entidad cultural, se constituyó en el centro intelectual de la urbe
quiteña y en sus salas se realizaron las exposiciones temporales más
importantes de la época, tanto a nivel nacional como internacional; varias
veces sus espacios fueron la sede del Salón Mariano Aguilera.
COLECCIONES:
El recorrido empieza en
los siglos XV y XVI periodo particularmente difícil para nuestras etnias
aborígenes que sufrieron dos conquistas casi al unísono; primero la incaica y
que dejo profunda huella en lo político-social y manifestaciones culturales de
entonces y de inmediato, la llegada de los españoles protagonizó una serie de
convulsiones y enfrentamientos feroces entre aborígenes e incas y entre incas y
españoles y españoles entre sí.
Estas obras representan
el origen de nuestra nacionalidad mestiza: el aríbalo inca que representa la
fusión cultural de nuestros antiguos pueblos regados por la geografía del
actual Ecuador en cacicazgos o señoríos como los Quitus-Caras, Cañaris, Puruhaes,
etc., entonces en procura de integrarse como nación.
La escultura en madera
policromada de Carlos V nieto de los reyes católicos que apoyaron la empresa de
Colón para llegar a América, fue el emperador más poderoso de ese tiempo dueño
de un vasto imperio en la vieja Europa y la recién conquistada América; expidió
las leyes para regular el levantamiento de las ciudades en la conquistada
América; empresa que se dio en cuanto cedieron los enfrentamientos y los quince
siglos de cultura española irrumpió poderosamente dentro de la conciencia del
hombre andino.
La muerte de Atahualpa
significó el principio del el fin del gran imperio que levantaron los incas en
la América Andina.
Las primeras casas
coloniales tienen un claro origen romano adoptado de las viviendas andaluzas, siguiendo
las ordenanzas de Sevilla, como fueron frailes los primeros que planificaron
las mansiones quiteñas, las levantaron a modo de mínimos conventos;
generalmente, mostraban una fachada simple, tenían un solo piso, un amplio
patio central, y a su alrededor galerías porticadas; el acceso a la calle lo
hacían por el zaguán. Tal es el estilo de este museo.
Hacia el siglo XVIII
las casas más ricas tenían dos pisos y se esmeraban en el trabajo de la fachada,
el lujo se fue poniendo de manifiesto en la madera de los canecillos, las
ventanas y los balcones, el estuco en forma de casetones cubría los cielos
rasos.
Poco a poco Quito fue
tomando el señorío característico con las construcciones de sus templos y monasterios
y las casas solariegas de los ricos encomenderos.
La primigenia villa de
Quito, nace políticamente como cede de la Real Audiencia, controlada regionalmente
por los Virreinatos de Nueva Granada al norte y de Lima al Sur, llamándose por tanto
a este periodo Virreinal.
El Museo gira sobre
la Vida y el Arte en el Quito de la época virreinal; se analiza la ciudad y sus
vivencias en ese período, cuyo eje dinamizador de la sociedad y el arte es la
marcada religiosidad de la época, expresada en sus costumbres, devociones y
festividades.
La primera colección que
conformó el Museo fue adquirida al señor Pacífico Chiriboga, posteriormente se
incrementó con obras que pertenecieron a los señores Alfredo Flores y Caamaño,
Carlos Ashton, Carlos Fierro, Luis Veloz entre otros. Sus colecciones que datan
de los siglos XVI, XVII, XVIII y principios del XIX, forman parte del tesoro
artístico del Patrimonio Nacional.
El museo cuenta con siete
salas permanentes y cuatro salas de exposición temporal, posee entre sus bienes
obras únicas de incalculable valor patrimonial, destacándose entre ellas la
serie de Las Estaciones y la Virgen de la Flores atribuidas a Miguel de
Santiago; pinturas firmadas por Bernardo Rodríguez, Manuel Samaniego, Francisco
Albán, Antonio Salas, Joaquín Pinto, entre otras. El museo exhibe en sus salas
importantes esculturas atribuidas a destacados artistas como “Pampite”, “Caspicara”,
“Legarda”, entre otros.
Aquí se encuentra la mayor
colección de miniaturas en pintura y escultura del país, de origen asiático y
nacional, que datan de fines del XVIII y comienzos del XIX, muchas de ellas
trabajadas en marfil, tagua, corozo y madera. Cuenta entre sus bienes
patrimoniales con piezas de orfebrería elaboradas en el período virreinal y
cerámica quiteña producida en el último cuarto del siglo XVIII.
Santa Rosa de Lima. Bernardo de Legarda |
Custodia también un interesante mobiliario, conformado por escritorios,
arquillas, baúles, sillones fraileros, etc; elaborados con las técnicas de la
taracea y marquetería en marfil, concha nácar, carey y madera y otros objetos
decorados con la técnica del barniz de Pasto. Este mobiliario perteneció al
Palacio Nacional y fue donado al Museo por el Presidente Galo Plaza Lasso.
LA CASA:
Se desconoce quiénes fueron
sus primeros dueños y la fecha exacta de construcción de la casa. En 1593 el
propietario fue Alonso de Troya Pinque, rico mercader panameño, cuya esposa al
quedar viuda fundó en esta ciudad el monasterio de clausura de Santa Catalina
de Siena. Su hijo Cristóbal de Troya, fue el Fundador de Ibarra.
A principios del siglo XVII la
casa perteneció a Francisca de Tello, quien al testar la dejó como heredera a
su hija Jerónima de Paz y Jaramillo. En el censo de 1797 se registra como
propiedad de Tomás de Villacís, sobrino nieto del acaudalado comisario y
caballero de la orden de Santiago, Francisco de Villacís. En el siglo XVIII la
casa perteneció a José Miguel Murgueytio, José Pío Escudero y su esposa Antonia
Carrión, Mariano Gangotena y Juana Álvarez de Gangotena, Tomás Álvarez,
Reinaldo y Filoteo Samaniego, quienes la vendieron al doctor Ángel Sáenz.
La casa está ubicada frente
del Convento de la Merced, en el sector de los tejares, en la calle Cuenca,
conocida también como del Cajón de Agua. Originalmente la casa ocupó una mayor
extensión, dividiéndose en el siglo XIX en dos propiedades.
TIPOLOGIA DE COLECCIONES:
Pinturas, esculturas, mobiliario, orfebrería,
cerámica y numismática de los siglos XVI a principios del siglo XIX.
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